sábado, 25 de noviembre de 2006

Para no olvidar






Raúl Guerrero Bustamante

Se acaba la Muestra en Hidalgo, con ello dejamos atrás una intensa y glacial semana en que los actores y directores participantes, técnicos, tramoyistas, choferes, críticos, reporteros, funcionarios, entre otros, aportaron esfuerzos que vale la pena reconocer, sobretodo por la pasión que a todos los movió y que con ello lograron que la respuesta del público fuera en gran medida favorable a las funciones y que los teatros se vieran llenos. Este estado demostró tener escenarios dignos para lo que la Muestra demanda, como el Teatro San Francisco, la plaza Aniceto Ortega, el Centro Cultural del Ferrocarril, la Plaza Juárez, el Teatro Guillermo Romo de Vivar, la Sala Salvador Toscano, la Sala Abundio Martínez y hasta el estadio Revolución Mexicana, el cementerio de autos de Grúas Zamora, y quizás, en parte el Bar la Gruta , que logró tener un buen ambiente y generar convivencia. Lo bueno está para no olvidarse, las críticas. Soy pachuqueño, espero no decir lo anterior de una forma autocomplaciente, más bien espero que el reconocimiento de este esfuerzo que representó la Muestra, en un futuro eche a andar más motores para la cultura en nuestra ciudad y del estado todo. Que el público vuelva a acercarse, y más que nada, demande que la gestión cultural -quienquiera que la realice: gobierno, iniciativa privada, universidades, medios de comunicación o asociaciones civiles-, sea digna, sin exclusiones y de gran calidad.

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