Mayte Romo
La ancestral progenie espiritual de
* Esteban N. era un estudiante de danza de 12 años de edad. Una tarde, se quedó solito en el salón donde, por estos días, Nicolás Núñez imparte el taller Fundamentos básicos. Esteban detectó de reojo la presencia de alguien que se replegaba contra la pared para no ser visto, o ¿vista? El niño supuso que se trataba de su tía. Volteó de súbito y vio claramente que alguien salió. Decidió seguirla. Ya había avanzado unos pasos cuando su tía lo llamó desde la dirección opuesta. Esteban se volvió a su tía. El terror se le convirtió en frío que lo invadió hasta los huesos.
* Panchito, antiguo cuidador de
* Carmen Zavaleta era la única que tenía llave de las bodegas. Había pasado semanas arreglando el desorden que en ellas imperaba; abría con su llave, ordenaba, cerraba con su llave, se iba. Su rutina cambió en el momento en que abrió con su llave y encontró en el suelo un triángulo hecho con baquetas y una tela dispuesta en torno al triángulo. En el centro había un peluche, dispuesto a modo de ofrenda.
Se sabe de cierto, pero nadie lo cree.
No hay comentarios:
Publicar un comentario