martes, 21 de noviembre de 2006

Para la Muestra...un botón

Carmen Zavaleta

¡Ah el Noctambulario! ese obligado lugar donde espera la chela nocturna y un paste de papa, para recargar la pila y soltar las verdaderas opiniones - las netas- de las obras que se ven durante el día; sí, todo aquello que por misteriosas razones uno se guardó en las mesas de análisis, pero que moría de ganas por expresar a toda voz.

Fue ahí y solamente ahÍ donde la pasada noche del domingo, fuimos testigos del reestreno de Para la Muestra...un botón.

Es innegable, la noche era fría - por cierto más fría de lo que nos había tocado desde la inauguración- pero qué importaba, se trataba de vencer los vientos de la Bella Airosa, para ver la continuidad del espectáculo a cargo de la Liga Mexicana de Improvisación, ese que hace un año hizo de las suyas en San Luis Potosí.

Para estas alturas, la idea ya es familiar: un espacio noticioso que expone todo aquello que sucede alrededor de la Muestra, en la inauguración, las funciones, los foros de análisis, las mesas, las calles y las exposiciones.

Este año el equipo del Botón está conformado por Carlos Aragón, Juan Carlos Vives, Ricardo Esquerra, Mary Carmen Nuñez, Haydeé Boetto, Carmen Mastache, César Panini y Ángel Enciso. En la música Genaro Ochoa, en la edición del video Taniel Morales y la escenografÍa e iluminación de MatÍas Gorlero.

Juntos, tienen la ardua tarea de divertir, parodiar y reinterpretar todo, todito lo que sucede a su alrededor. Desde el día de la inauguración se les ve corriendo de un lado a otro con una cámara o una grabadora y la pasada noche del 19 de noviembre supimos por qué.

Esquerra, Vives y Aragón fueron los encargados del inicio a la primera de cuatro funciones que se verán del Botón. Dieron la bienvenida al espacio noticioso, donde presentaron una síntesis de las actividades, eso sí, no de manera cronológica, pero tomando en cuenta las actividades que se han realizado.

Contar aquí lo que ellos dijeron sería un esfuerzo infructuoso, pues al Botón hay que verlo en el justo momento en el que ocurre; sin embargo, vale hacer una síntesis:

Para abrir boca los flashes informativos; después los comentarios de las notas. No podía faltar en primer término, la alusión a la inauguración donde los nombres de funcionarios se cambiaron; la errata de la Medalla Villaurrutia entregada a Fernando de Ita, el regalo de Vìctor Hugo Rascón Banda a Fox, por aquello de la Paz ficticia; la reseña de la entrega de la cantidad de medallas al mejor estilo de los juegos olímpicos. Las notas de Unos cuantos piquetitos, la explicación de La pista, Monogamia, Pancho Villa y los niños de la bola, Alzando vuelo, la Sensacional orquesta lavadero, El pozo de los mil demonios, el gansito de la entrepierna y hasta un perro comiendo un paste.

Para cerrar los mensajes comerciales, el cancionero 2006, con las obligadas melodías que hacen alusión al cotidiano teatral.

Así, la LIMI dio nota tras nota, en un trabajo que es complicado: por un lado la Impro como herramienta actoral requiere de astucia y velocidad; por otro la realización técnica que se trabaja sobre la marcha y por último-sin duda el más difícil- el cubrir las expectativas del público, ese que durante una semana se irá a tomar una chela, en espera del próximo espacio noticioso.

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