viernes, 24 de noviembre de 2006

Triple Suicidio

Eduardo Vázquez Martín

Sobre Doble suicidio

Adaptada, producida, dirigida, iluminada, musicalizada por Abraham Oceransky, Doble suidicio creó unas expectativas que desgraciadamente no cumplió. El amor y el compromiso con el teatro de Oceransky está fuera de toda discusión: su interés por penetrar el alma cultural de oriente es mayor que el del propio José Juan Tablada, Salvador Elizondo u Octavio Paz. Se trata de una propuesta estética que va desde la creación de paisajes escénicos hasta la meticulosa selección de cada uno de los quimonos, de la investigación musical y el uso riguroso pero creativo de los instrumentos tradicionales al cuidado del maquillaje y la iluminación. Todos estos elementos nos permiten acceder a un mundo donde la belleza manda, donde la estética es la ética, y donde la pasión no es un caballo sin rienda sino la servidumbre estoica del corazón sobre la razón.

Doble suicidio adapta para la escena Los amantes suicidas de Amijima (1720), la obra más importante del dramaturgo Chikamatsu Monzaemon, considerado el “Shakespeare japonés”, la cual fue escrita originalmente para teatro de muñecos Bunraku y luego para teatro Kabuki. Como el propio Oceransky explicó a modo prolegómeno a su obra, estamos ante una “Romeo y Julieta más adulta y sincera, por ello me atrevo a reinterpretarla para nuestro mundo occidental con algunos toques de animé y de manga contemporáneos, empleando música en vivo con instrumentos clásicos de Japón como el shamisen.”

Sin embargo, el trabajo de más de dos meses sobre los actores no resultó efectivo: Koharu (Liliana Hernández) y Digei (Claudio Emilio Meléndez), los protagonistas centrales de la tragedia, jamás logran encarnar el drama que les impone su destino; el lazo emocional que les impide separar sus existencias y los lanza a la muerte no logra ser encarnado, siguen el guión con precisión pero sin pasión, de modo que la tragedia se desmorona hasta hacerse injustificable. Susana Saldaña Argáez (narradora principal) sostiene la obra, la propia esposa de Digei levanta la intensidad del drama (Como el la novela La seda de Alessandro Baricco, es capaz de amar la pasión de su propio marido adúltero), pero la incapacidad interpretativa de los amantes termina haciendo injustificable el suicidio.

Finalmente Oceransky se regodea en una escena final, la del suicidio, cuya inverosimilitud no sólo puso en riesgo la representación de la tragedia sino que provocó la risa del público; la tragedia devino en farsa, la incontinencia y la autocomplacencia terminaron en el suicidio de la dirección.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gonzalo Valdés Medellín
El Universal
Viernes 24 de noviembre de 2006

"Y el maestro Abraham Oceransky deslumbró con una propuesta que no halló el mejor eco entre el público teatrero, debido -paradójicamente- a la profunda convicción espiritual del mismo: Doble suicidio de Chikamatsu Monzaemon, intenso ritual de teatro oriental que recoge la tradición del teatro kabuki, el teatro Noh y la danza Butoh; puesta sin precedentes de un director en plenitud de facultades creadoras, mal entendido y peor valorado por la frivolidad ramplona de un gusto teatral vacuo y exacerbadamente insensible a otras manifestaciones de pureza cultural y humanística."

http://www.eluniversal.com.mx/cultura/50631.html

Anónimo dijo...

(Continúa) "Dicen que no hay que meterle teatro bueno al malo; y tal vez por tanta medianía vista en esta muestra, una propuesta de grandes alcances conceptuales y rigor teatral admirable como Doble suicidio, no pudo ser valorada por aquellos teatreros que sólo buscan lo fácil, lo light, la baladí, lo chabacano. Aquellos teatreros cuyo gusto muy cuestionable se ha impuesto como moda, como panacea de lo que es y debe ser, a capricho suyo, el teatro mexicano en la actualidad. Pero ni modo, la puesta de Oceransky es extraordinaria. Y constituye lo mejor de la muestra hasta el momento."

Editor dijo...

Estimados amigos del Blog, coloco esta nota que publica Estela Leñero en Proceso el día 5 de diciembre:

Teatro

Oceransky, en la Muestra Nacional de Teatro

Estela Leñero Franco

Abraham Oceransky presentó en la Muestra Nacional de Teatro que acaba de realizarse en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, la obra Doble suicidio –adaptación de Los amantes suicidas de Amijima (1720), del dramaturgo japonés Chikamatsu Monzaemon.

Su participación provocó experiencias encontradas: para algunos, la obra fue lenta, sin emoción y con un largo final que llevó a la risa involuntaria; para otros, exquisita, con una técnica refinada, retrato de la cultura oriental, sutil y de gran belleza.

El interés de Oceransky por el teatro oriental inicia en 1970 con Simio, obra transgresora de su autoría con la cual inauguró el teatro El Galeón. Pero Acto de amor, de Mishima (1974), fue la que obtuvo un gran reconocimiento de la crítica y cuyo impacto sexual en escena queda todavía en la memoria de muchos.

En Doble suicidio se trabaja con una obra del repertorio del teatro Kabuki y se recurre al teatro Noh y al Butoh, para contarnos una historia semejante a la de Romeo y Julieta, pero con esencias distintas. Shakespeare trae a la escena un acontecimiento de familias pertenecientes a la realeza y Monzaemon nos habla de un joven casado que se enamora de una prostituta, pero carece de los medios para pagar lo suficiente y sacarla de ahí. En Romeo y Julieta, el suicidio no está predeterminado y surge en primera instancia por un equívoco. En el contexto oriental, morir juntos es un rito lleno de tradición que la pareja ve como la única solución para consumar su amor.

La forma dramática de estas dos obras implican concepciones diferentes frente al drama: una llena de enredos y malentendidos, y la otra lineal y simple con un transcurrir lento como el del riachuelo en un llano, cuyo ruido tranquiliza más que exalta su vertiginosidad. No es fácil sumergirse en los códigos orientales y menos en esta obra donde está ausente la potencia emotiva de los amantes. De ahí el distanciamiento que se genera entre el público y los espectadores. Se extrañan en demasía trabajos más interiores como los de Alejandro Reyes, actor que formó parte por muchos años del teatro Studio T dirigido por Oceransky y que construyó un Mishima profundo y estilizado en la obra de la dramaturga Susana Robles, que presentaron en el Foro Shakespeare en 1992. En Doble suicidio se sienten actores en formación, aunque haya actores poderosos como Gabriela Núñez y Julián Loredo.

La técnica que desarrolla Oceransky, radicado en Xalapa desde 1985, puede verse en la precisión en el manejo del cuerpo y la voz de los actores; en la manipulación de los objetos, creando personajes con los kimonos vacíos; en el uso ligero y versátil de las mamparas traslúcidas; y en la inclusión de la música japonesa en vivo, interpretada por Oceransky y Miguel Ángel Aguayo, la cual resulta ser de lo más llamativo de la puesta. Con instrumentos que nos remiten siglos atrás y nos comunican con los sonidos prehispánicos, el cante jondo y la sonoridad oriental, la música imprime a la obra estados de ánimo, subraya momentos, contrapuntea y acompaña el desarrollo sentimental de las situaciones.

La construcción dramática debilita la propuesta, ya que si bien la primera parte es ágil, poco a poco la historia se va desdramatizando hasta caer en el momento final, cuando los amantes dudan frente al suicidio. Esta última escena, tan dramática y atractiva visualmente, lleva a la risa y al cansancio, debido al alargamiento de los rellanos después de los puntos culminantes y el desacierto al colocar palabras clave en momentos inoportunos. Pero es de extrañar que este desencuentro con el público no haya sucedido cuando Doble suicidio se estrenó en Xalapa y la gente salió conmovida y admirada por la calidad del espectáculo.

Aun con la diferencia de opiniones, Doble suicidio fue de lo mejor de la Muestra Nacional de Teatro en Pachuca, tanto por ser una obra ambiciosa donde Oceransky perfecciona una técnica, como por su largo alcance. 

Anónimo dijo...

Yo deseo entrar al estudio T. Me gustaria desarrollar tal vez mis habilidadespara el teatro! Solo ke no se a donde mas ir. He preguntado por todos lados... Dejare mi correo tal vez pueda alguien ayudarme. Y he visto doble suicidio... Me agrado la obra, y sobre todo la musica en vivo de aquellos dos hombres. Atte.ANeL Atla. anellatla21@hotmail.com gracias.