viernes, 24 de noviembre de 2006

El trabajo que no se ve: el de tramoya



Editorial

Aida Suárez Chávez

Definitivamente el esfuerzo teatral, de cada puesta en escena, se ve compensado con el trabajo que realizan técnicos, tramoyistas, iluminadores, sonidistas y realizadores.

Todo el equipo especializado del Instituto Nacional de Bellas Artes ha acudido a Hidalgo para desplegar sus conocimientos, experiencia y herramientas para el montaje de las obras en los distintos escenarios, lo cual lo hace complejo y completo. Fortalece al equipo de técnicos del estado.

La labor es inusitada en Hidalgo, nunca antes se habían montado tantas obras en sólo nueve días. Treinta y un puestas en escena han requerido de movimientos precisos tanto en Pachuca como en diez municipios más.

“Somos parte de la fiesta” ha dicho el equipo al mencionar que trabajan entre 16 y 18 horas diarias en la instalación y retiro de escenografías incluso de un día para el otro.

Cada equipo, el de casa y el del INBA dice ponerse la camiseta en cada una de las obras para asegurarse de que se cumplen con todos los requisitos de la producción, bajo la coordinación de cada una de las compañías.

Sin duda, durante esta XXVII Muestra Nacional de Teatro se ha presentado lo más innovador y contemporáneo, a pesar de que el género sea costumbrista o no.

Incluso los mismos técnicos han dicho que las instalaciones los ponen a prueba, a pesar de ello, la disposición no cesa y se unen al reto, a la enseñanza.

Julio Oviedo, jefe de Foro del teatro San Francisco, en Pachuca, consideró que con un equipo de siete personas más, realizan el trabajo, incluso desde la víspera de la Muestra, con el fin de dejar los foros listos para recibir los nuevos materiales que se han podido ver en escena.

Alejandro Patiño, coordinador técnico del teatro Hidalgo Bartolomé de Medina habló del importante apoyo del personal del Inba, que es el más especializado en el país, incluso el que ha acudido a los principales festivales.

Los dos equipos de Hidalgo, que dependen del Consejo estatal para la cultura y las artes, dijeron que lo mejor es vivir la experiencia de la Muestra ya que es aquí donde se han presentado las tendencias del teatro.

A la instalación de cada escenografía, se suma la cábala de la comunidad teatral. Aunque cada compañía sigue la suya, los técnicos muestran el respeto correspondiente y responden favorablemente. Sin embargo, ellos mismos no tienen un ritual o superstición qué seguir.

De leyendas sí hablan. De los escenarios en donde se aparecen fantasmas pero la única vez que asustan, dijo Oviedo “es cuando no pagan”.

De supersticiones sí hay mucho qué contar, de entre la intervención de actores y actrices: el que cuando va a entrar al escenario retrocede tres pasos; del que pide que se limpie por completo el escenario, el que pide que no se limpie, el que pide flores o bien, quien deposita dulces en todo el escenario para brindarle a los duendes.

De todo se podría escribir.

Técnicos, tramoyistas, sonidistas, iluminadores y realizadores tienen en esta MNT la posibilidad de integrarse a la fiesta. Aquí el reconocimiento de la comunidad teatral.

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