martes, 21 de noviembre de 2006

Oportunidades para dramaturgos, en aumento


“Estrenar autores nacionales permite tener contacto más directo con una realidad. Ya no existe el prurito contra lo nacional”: Moncada

“La dramaturgia: un deporte de resistencia”

Aida Suárez Chávez

Hoy como nunca las oportunidades para el desarrollo de los dramaturgos van en aumento, aseguró Luis Mario Moncada.

Dramaturgo, investigador y director del Centro cultural helénico expuso en el cuarto día de esta XXVII Muestra Nacional de Teatro que son las nuevas generaciones las que tienen ventaja para la participación y la integración al ámbito teatral, lo difícil “es permanecer”.

En un análisis del sexenio que está por concluir, consideró que el consenso es que ha habido apertura de muchos canales de participación para dramaturgos, hay más talleres y diplomados, incluso con más facilidad para estudiar o capacitarse en el extranjero.

Por otra parte, aceptó que aunque no se sabe si es moda, lo cierto es que existe una gran preferencia por los autores nacionales. Existe una “larga lista de autores que venden”.

Sin duda, el trabajo conjunto entre dramaturgos y directores se puede dar más directo.

Estrenar autores nacionales permite tener contacto más directo con una realidad. Ya no existe el prurito contra lo nacional, expuso.

Pero no sólo existe una gran cantidad de autores mexicanos que estrenan en el país, la proyección internacional es inusitada, lo que aceptó “no es frecuente en México”.

Lo que falta

Y, sin embargo, falta consolidar el ejercicio de la dramaturgia y la profundización en el retrato de nuestra realidad que, por cierto, nunca antes se había vivido en nuestro país.

Son retratos instantáneos e inmediatos.

Quien moderara la primera mesa de esta jornada, titulada Tendencias artísticas de la dramaturgia contemporánea en México consideró que los asuntos fundamentales a tratar en las obras son llevar al escenario la realidad que se vive en México desde diferentes puntos de vista, es ahí donde “reside la libertad creativa, que cada quien muestre su propio retrato”.

Temas de familia, relaciones interpersonales, con crisis y política, según la perspectiva de cada autor son los que se llevan a escena.

Se reconoce así que se vive un momento coyuntural de niveles de violencia en el que parece que el público está anestesiado porque parece que ya no sorprende nada, con altos niveles de corrupción como parte de los genes.

Y el público…

En cuanto al público, lo que quiere escuchar o ver es lo cotidiano. Ver lo que saben que está ocurriendo en el cotidiano. A pesar de ello, el público es muy selectivo cuando se abordan temas como el secuestro y otros que prefiere no tocar.

Es tan basta la producción de los dramaturgos que también se ha creado últimamente la opción del teatro nocturno, que ofrece otra forma de enterarse porque formula de otra manera lo que se está viviendo.

Hay teatro para todos los públicos. Eso sí.

El teatro es un hecho efímero que quedará ahí, se quedarán las mejores obras. Se busca que el testimonio sea un registro vivo.

Ya no se comete el error de escribir para la historia, para que sea famosa dentro de diez años o llegue a calificarse como vanguardista. La obra que no funcionó en su momento difícilmente funcionará dentro de diez años.

La obra que no trasciende en su momento es porque no funcionó en su tiempo.

Pero el público sigue buscando a los clásicos, el más comercial continúa siendo Shakespeare, tiene público asegurado. Al público no le gusta arriesgar, hay para todos los gustos.

Al autor le gusta sacar novedades, trabajar con textos ya hechos, el aquí y ahora.

Lo que se espera

Estamos con el relevo generacional, con historias interesantes y de consolidación y vertientes que están por venir.

El teatro ha abierto oportunidades inusitadas para las nuevas generaciones. Lo que está por consolidarse es el gran problema para muchos de mediana edad y la calidad es lo que determina que avancen los autores, de no ser así, se quedan con una sola obra.

Las nuevas generaciones son ahora las que se integran, en años anteriores era muy difícil ganarse el lugar, tan sólo entrar al ámbito teatral.

Ahora lo fácil es entrar, lo difícil, es permanecer.

Es un deporte de resistencia.

Y para la Muestra

Es la última de este sexenio lo que debe ser un vivo retrato de la realidad actual del país.

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