sábado, 25 de noviembre de 2006

Fundamentando




Myrna Vargas

Estimada Mayte:

Agradezco la publicación de la entrevista que me realizaste en el segundo ejemplar del diario de la Muestra y en la que extensamente fundamenté todo lo que declaré. Entiendo que por premura y/o falta de espacio no se haya podido publicar completa, pero me parece necesario respaldar por qué pienso que Enrique Olmos “le pintó un violín a Hidalgo”, tanto por respeto a Olmos como por rigor. Por lo tanto procedo:

1. De inicio, Darío Pantaleón, argentino con 20 años de arraigo en Pachuca y cuya trayectoria la ha hecho con equipos creativos de Hidalgo, fue nombrado director del proyecto La voz oval sin haber sido consultado. Pantaleón no podía aceptar ni siquiera la “postulación” pues tiene a su cargo el proyecto de Teatro Escolar, próximo a estrenarse. Esto ya de entrada indica una falta de consideración hacia Darío Pantaleón. Por otro lado, el hecho de que Olmos “no conozca” a otro director de Hidalgo, no es culpa de Hidalgo.

2. En las reuniones que tuvo la Comunidad Teatral, coordinadas por Fernando de Ita, para discutir los términos de la convocatoria de los montajes representativos y de la Muestra Alterna, se enfatizó que el estímulo debía contribuir al desarrollo de los creadores del estado (hidalguenses por nacimiento o por adopción con 5 años de arraigo).

Incluso, compañeros que tienen alrededor de cuatro años trabajando empeñosamente en Hidalgo, como Marisa Gómez o Francisco Navarro, se abstuvieron de participar por no tener aún 5 años de residencia en el Estado.

Las audiciones para La voz oval fueron convocadas con premura y no fueron muy difundidas, cosa que considero debía estar supervisando el director del proyecto, pero concediendo que esto no es responsabilidad de él. Quizá tenga que ver en esto el hecho de que Olmos ha declarado, y creo que sin fundamento, porque nunca se ha acercado a la comunidad para conocerla, que en Hidalgo no hay teatro. Con esta actitud, era difícil que la comunidad respondiera a su convocatoria.

(Cuando hablo de “la comunidad” me refiero a la gente que hace teatro en Tulancingo, Actopan, Pachuca y Real del Monte, que es dónde se hace más teatro. No somos miles pero algunos habemos.)

Ni Ramírez Carnero, ni Alejandro Ainsley, ni Fernando de Ita conocían a la comunidad teatral cuando hicieron aquí sus primeros montajes pero se acercaron respetuosamente y armaron buenos equipos de trabajo.

Entonces, ¿de quién viene siendo la responsabilidad?

3. En este país y en el estado de Hidalgo específicamente, que pertenece a zona económica C, donde el salario mínimo es de 40 pesos, es decir, aproximadamente de mil 200 pesos mensuales por jornadas de 40 horas semanales y con un índice de desempleo en aumento donde el ingreso es de 0.00 mensuales, 75 mil pesos es muchísimo dinero. Es raro que en Hidalgo se asignen presupuestos de esa magnitud para producir y sin embargo se trabaja. Habría sido de gran estímulo para los creadores del Estado, quienes raramente recibimos estos apoyos.

Aprovecho para expresar que el resultado artístico de La voz oval no es lo que me ocupa. Para que no se confundan las cosas: el reclamo es de índole laboral.

Te agradezco la publicación de esta nota, en la cual se aclara y fundamenta lo que por falta de tiempo y espacio no se pudo antes.

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